No hay nada más desolador en la vida que el abandono. Y Sofía lo ha padecido desde la infancia.

 

Por si fuera poco, esta mujer, de padre gitano y madre que no pertenece a esa tribu, siente el vacío de un origen confuso, sin raíces profundas.

 

A la pérdida de sus padres por razones que ni ella misma comprende, se sumarán las de los adoptivos y la del hombre amado, así como la persecución del pueblo que intuye el maleficio en ella, sólo por ser gitana y haber aparecido un día llorando, sola, de la nada.

 

Con pluma sensible y acuciosa, la autora traza un personaje femenino, rebelde y sensual, lleno de obsesiones y temores.

 

Penetra en los pensamientos y emociones de Sofía, y retrata a su alrededor un mundo de magia y supersticiones, pero también de esperanza y perdón, que finalmente sosiegan su espíritu y la liberan de sus fantasmas hasta hacerla romper los círculos del abandono que la han aprisionado desde niña.

(María Luisa Medellín)